Bitácora del Heliotropo

-Fin del invierno:

En la playa yace la balsa, más consigna que promesa. Odiseo otea el horizonte y sabe que llegó el momento. No quiere reiniciar la travesía sin despedirse de Calipso. En ocasiones, siete años bastan para aprender a querer a una persona. Sin embargo, Ogigia está desierta, no hay más ser vivo a la vista que él. Recorre los caminos habituales, con la esperanza muerta de al menos decir adiós, pero sabe que zarpará sin una imagen más. Con el pensamiento sumergido en el océano avellana de aquellos ojos, acomete el vinoso ponto. Poseidón se frota las manos.