viernes, noviembre 18, 2005

El eterno retorno




En un libro que presté a alguien que no conozco y que por lo tanto, no me van a regresar, decía que un escritor recomendaba no escribir de inmediato las memorias del viaje, que se dejaran madurar (no sé si en el intelecto, la mente, el subconciente, el espíritu, o cualquier combinación, incluyendo aquella que abarque a todas) y que lo que aflorara fuera lo que se escribiera.

Mi problema es que no sé que va a aflorar, si el rosario de marcas, las canciones de la partida, mi nublada conciencia por las pocas horas de sueño disponibles, no lo sé.

Hoy me vienen a la mente edificios altos, no precisamente rascacielos, la propia torre latinoamericana mira para abajo a muchos; gente pobre, homeless, y muchos brainless, con la diferencia de que lo hacen evidente gesticulando y gritando sin esperanza, con la ansiedad de obtener las monedas que se puedan cambiar por el alcohol tan deseado; el acoso a los fumadores, en una ciudad donde sólo se puede fumar en la calle y tiras la colilla con miedo a que venga un policía a reclamarte por ensuciar la calle; un muelle nocturno, donde se burlan de ti por como vistes y te preguntan si eres parte de los sospechosos comunes, 'a bunch of CEOs', o si es tu atuendo para ir al concierto de los Rolling Stones; el concierto de ellos que se escuchó por toda la ciudad y que desde el exterior del estadio de baseball era posible ver la pantalla gigante, con Mick entregado a la cantada; los asiáticos que ocupan una parte tan grande de la sociedad sanfranciscana, que no sabes ya qué cara tiene el ciudadano norteamericano; Los perros, un pastor alemán y golden retriever, que viajaron en clase turista de San Francisco a Dallas; la frustación que produce multiplicar todo por once para darte cuenta que todo es carísimo y luego darte de topes porque se te olvida sumar el bendito TAX; la vista nocturna de Aguascalientes desde un punto donde puedes pensar que es bella; Los libros de Harold Bloom y los de Hawking.



Lo cierto es que estamos de nuevo aquí, en espera de que Agamenon convoque de nuevo a partir, antes que Clitemnestra exprese la última palabra.

1 Comments:

Blogger Luis Boiler said...

Cada día lo leo mejor...cada día lo gozo más. Esto es bueno.

12:45 p.m.  

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